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Carta
del Patrimonio Vernáculo Construido
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Ratificada por la 12ª Asamblea General en México, en octubre de
1999.
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Introducción
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El Patrimonio Tradicional ocupa un privilegiado lugar en el afecto
y cariño de todos los pueblos. Aparece
como un característico y atractivo resultado de la sociedad. Se muestra aparentemente irregular y sin
embargo ordenado. Es utilitario y al
mismo tiempo posee interés y belleza. Es
un lugar de vida contemporánea y a su vez, una remembranza de la historia de
la sociedad. Es tanto el trabajo del
hombre como creación del tiempo. Sería
muy digno para la memoria de la humanidad si se tuviera cuidado en conservar
esa tradicional armonía que constituye la referencia de su propia existencia.
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El Patrimonio Tradicional o Vernáculo construido es la expresión
fundamental de la identidad de una comunidad, de sus relaciones con el
territorio y al mismo tiempo, la expresión de la diversidad cultural del
mundo.
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El Patrimonio Vernáculo construido constituye el modo natural y
tradicional en que las comunidades han producido su propio hábitat. Forma parte de un proceso continuo, que
incluye cambios necesarios y una continua adaptación como respuesta a los requerimientos
sociales y ambientales. La continuidad
de esa tradición se ve amenazada en todo el mundo por las fuerzas de la
homogeneización cultural y arquitectónica. Cómo esas fuerzas pueden ser controladas es
el problema fundamental que debe ser resuelto por las distintas comunidades,
así como por los gobiernos, planificadores y por grupos multidisciplinarios
de especialistas.
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Debido a esa homogeneización de la cultura y a la globalización
socio-económica, las estructuras vernáculas son, en todo el mundo,
extremadamente vulnerables y se enfrentan a serios problemas de
obsolescencia, equilibrio interno e integración.
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Es necesario, por tanto, como ampliación a la Carta de Venecia, establecer
principios para el cuidado y protección de nuestro Patrimonio Vernáculo.
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Consideraciones
Generales
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1.- Los ejemplos de lo
vernáculo pueden ser reconocidos por:
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a) Un modo
de construir emanado de la propia comunidad.
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b) Un
reconocible carácter local o regional ligado al territorio.
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c) Coherencia
de estilo, forma y apariencia, así como el uso de tipos arquitectónicos
tradicionalmente establecidos.
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d) Sabiduría
tradicional en el diseño y en la construcción, que es trasmitida de manera
informal.
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e) Una
respuesta directa a los requerimientos funcionales, sociales y ambientales.
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f) La
aplicación de sistemas, oficios y técnicas tradicionales de construcción.
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2.- El éxito en la
apreciación y protección del patrimonio vernáculo depende del soporte de la
comunidad, de la continuidad de uso y su mantenimiento.
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3.- Gobiernos y autoridades
deben reconocer el derecho de todas las comunidades a mantener su modo de
vida tradicional y a protegerlo a través de todos los medios posibles, tanto
legales como administrativos y financieros y legarlo a las generaciones
futuras.
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Principios de Conservación
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1.- La conservación del
Patrimonio Vernáculo construido debe ser llevada a cabo por grupos
multidisciplinarios de expertos, que reconozcan la inevitabilidad de los
cambios, así como la necesidad del respeto a la identidad cultural
establecida de una comunidad.
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2.- Las intervenciones
contemporáneas en edificios, conjuntos y asentamientos vernáculos deben
respetar sus valores culturales y su carácter tradicional.
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3.- Lo tradicional se
encuentra sólo en ocasiones representado por estructuras singulares. Es mejor apreciado y conservado por el
mantenimiento y preservación de los conjuntos y asentamientos de carácter
representativo en cada una de las áreas.
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4.- El Patrimonio Vernáculo
construido forma parte integral del paisaje cultural y esta relación ha de
ser, como tal, tenida en consideración en el transcurso de los programas de
conservación y desarrollo.
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5.- El Patrimonio Vernáculo
no sólo obedece a los elementos materiales, edificios, estructuras y espacios,
sino también al modo en que es usado e interpretado por la comunidad, así
como a las tradiciones y expresiones intangibles asociadas al mismo.
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Líneas de Acción
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1.- Investigación y documentación
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Cualquier intervención material en una estructura vernácula debe
ser precedida de un completo análisis de su forma y organización, antes de
comenzar los trabajos. Esta
documentación debe localizarse en un archivo de acceso público.
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2.- Asentamientos y paisaje
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La intervención en las estructuras vernáculas debe ser
implementada siempre y cuando respete y mantenga la integridad de los
conjuntos de edificios y asentamientos, así como su relación con el paisaje y
otras estructuras.
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3.- Sistemas tradicionales de construcción
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La continuidad de los sistemas tradicionales de construcción, así
como de los oficios y técnicas asociados con el Patrimonio Vernáculo, son
fundamentales como expresión del mismo y esenciales para la restauración de
dichas estructuras. Tales técnicas
deben ser conservadas y legadas a las futuras generaciones, mediante la
educación y formación de artesanos y constructores.
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4.- Sustitución de partes o elementos
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Las intervenciones que respondan legítimamente a las demandas del
uso contemporáneo deben llevarse a cabo mediante la introducción de técnicas
y materiales que mantengan un equilibrio de expresión, apariencia, textura y
forma con la estructura original.
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5.- Adaptación
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La adaptación y reutilización de las estructuras vernáculas deben
ser llevada a cabo de modo que respete la integridad de su configuración,
siempre que sea compatible con los niveles de habitabilidad deseados. Cuando
se ha conservado la continua utilización de las formas vernáculas, un código
ético puede servir a la comunidad como pauta de actuación.
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6.- Cambios y periodo de intervención
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Los cambios a lo largo del tiempo deben ser considerados como
parte integrante del Patrimonio Vernáculo. Por tanto, la vinculación de todas las
partes de un edificio a un solo periodo histórico no será normalmente el
objetivo de los trabajos sobre arquitectura vernácula.
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7.- Educación y difusión
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Para conservar los valores del legado tradicional gobiernos,
autoridades, grupos y organizaciones deben poner énfasis en lo siguiente:
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a) Programas
educativos para conservadores, sobre los principios del patrimonio
tradicional.
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b) Programas
de especialización para asistir a las comunidades en el mantenimiento de los
sistemas tradicionales de construcción, así como de los oficios
correspondientes.
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c) Programas
de información que promuevan la conciencia colectiva de la cultura autóctona,
en especial a las nuevas generaciones.
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d) Promoción
de redes regionales de arquitectura vernácula para el intercambio de
experiencias y especialistas.
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CIAV:
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Madrid, 30 de enero de 1996.
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Jerusalén, 28 de marzo de 1996.
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Mikkeli, 26 de febrero de 1998.
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Santo Domingo, 26 de agosto de 1998.
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ICOMOS:
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Stockholm, 10 de
septiembre de 1998.
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Guadalajara, 22 de Octubre de 1999.
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