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CARTA
DE ATENAS
CONFERENCIA
DE ATENAS - 1931
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Resoluciones
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1. Convencida de que la
conservación del patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad interesa
a todos los estados que tutelan la civilización, la Conferencia propone que
los estados se presten recíprocamente una colaboración cada vez más amplia y
concreta para favorecer la conservación de los monumentos de arte y de
historia.
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Se considera que es altamente
deseable que las instituciones y los grupos calificados, sin interferir en lo
muy mínimo con el derecho público internacional, pueda manifestar su interés
por la salvaguardia de las obras en las cuales la civilización ha encontrado
su mayor expresión y que se muestran amenazadas.
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Se emite el voto de que las
solicitudes a este respecto subordinadas a la organización de la cooperación
intelectual tras las encuestas hechas por la Oficina Internacional de los
Museos, corresponden a la preocupación activa de cada uno de los estados.
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Competerá a la Comisión
Internacional de la Cooperación Intelectual, a solicitud de la Oficina Internacional
de los de sus órganos locales, pronunciarse sobre las medidas que sea
oportuno adoptar y el procedimiento que se debe seguir en cada caso
Particular.
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2. La Conferencia ha recogido la
exposición de los principios generales y de las doctrinas que se refieren a
la protección de los monumentos. Se
comprueba que a pesar de la variedad de los casos especiales a los cuales
pueden corresponder soluciones particulares en los diversos estados representados,
domina una tendencia general hacia el abandono de las restituciones
integrales y se trata de evitar riesgos instituyendo un mantenimiento regular
y permanente que permita asegurar la conservación de los edificios.
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En el caso en que la
restauración sea indispensable, debido a degradaciones o destrucciones, se respetará
la obra histórica y artística del pasado sin proscribir el estilo de ninguna
época.
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La Conferencia recomienda
mantener, cuando sea posible, la ocupación de los monumentos asegurando así
su continuidad vital, con tal que el destino moderno respete el carácter
histórico y artístico de la obra.
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3. La Conferencia ha estudiado
la exposición de las legislaciones que han tenido como objetivo, en las
diferentes naciones, la protección de los monumentos de interés histórico,
artístico o científico. Unánimemente
se ha aprobado la tendencia general que en esta materia consagra un derecho
de la colectividad frente al interés privado. Se ha comprobado que la diferencia entre
estas legislaciones procede con el derecho de los particulares en
consecuencia aun aprobando la tendencia general se estima que las
legislaciones deber ser apropiadas a las circunstancias locales y al estado
de la opinión pública, con objeto de encontrar las menores oposiciones
posibles y tener en cuenta los sacrificios que los propietarios pueden sufrir
frente al interés general.
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Se emite el voto de que en cada
estado, la autoridad pública cuente con el poder de tomar las medidas de
conservación en estos casos de urgencia.
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Se desea finalmente que la
Oficina Internacional de los Museos Públicos tenga al día una recopilación y
una lista comparada de las legislaciones vigentes en los diferentes estados
sobre esa materia.
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4. La Conferencia comprueba con
satisfacción que los principios y técnicas expuestos en las diferentes
comunicaciones particulares están inspirados en una tendencia común, cuando
se trata de ruinas, se impone una conservación escrupulosa y cuando las
condiciones lo permiten es conveniente colocar en su lugar los elementos
originales que se encuentren (anastilosis): los
materiales nuevos necesarios para esta operación deberán ser siempre
reconocibles, cuando al contrario la conservación de ruinas sacadas a la luz
en una excavación se reconociera como imposibles, es aconsejable, antes que
puedan ser destituidas, volverlas a cubrir, después de haber tomado,
naturalmente, levantamientos precisos.
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Es evidente que la técnica de la
excavación y la conservación de los restos impone la estrecha colaboración
entre el arqueólogo y el arquitecto en lo que se refiere a otros monumentos, reconociendo
que cada caso se presenta con carácter especial, los expertos han manifestado
su acuerdo al aconsejar, antes de cualquier obra de consolidación o de
restauración parcial llevar a cabo un estudio meticuloso de las enfermedades
que es necesario remediar.
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5. Los expertos han recogido
diversas comunicaciones relativas al uso de materiales modernos para la
consolidación de los edificios antiguos; se aprueba el uso juicioso de todos
los recursos de la técnica moderna y muy especialmente el del cemento armado.
Se expresa la opinión de que
normalmente estos medios de refuerzo deban disimularse para no alterar el
aspecto y el carácter del edificio por restaurar; se recomienda especialmente
su uso en los casos en que se logra conservar los elementos "in
situ" evitando los riesgos del desmontaje y la reconstrucción.
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6. La Conferencia comprueba que
en las condiciones de la vida moderna, los monumentos del mundo entero se
encuentran cada vez más amenazados por agentes externos; aun no pudiendo formular
reglas generales que se adapten a la complejidad de cada caso se recomienda:
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a) la colaboración de todos los países de
los conservadores de monumentos y de los arquitectos, con los representantes
de las ciencias físicas: químicas y naturales para alcanzar resultados
seguros de aplicaciones siempre mayores;
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b) la difusión, por parte de la Oficina
Internacional de los Museos, dé estos resultados mediante noticias y
publicaciones regulares sobre los trabajos emprendidos en los diversos
países.
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En lo que respecta a la
conservación de la escultura monumental, la Conferencia considera que el
desplazamiento de las obras del marco en el cual fueron creadas debe
considerarse inoportuna: como principio se recomienda a título de precaución
la conservación de las piezas originales cuando todavía existen, y la
ejecución de las copias cuando éstas faltan.
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7. La Conferencia recomienda
respetar en la construcción de los edificios el carácter y la fisonomía de la
ciudad, especialmente en la proximidad de los monumentos antiguos en donde el
ambiente debe ser objeto de atenciones particulares igual respeto debe
tenerse para ciertas perspectivas especialmente pintorescas.
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También pueden ser objeto de
estudio las plantaciones y ornamentos vegetales cercanos a ciertos monumentos
con el fin de conservar el carácter antiguo.
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Se recomienda sobre todo la
supresión de toda publicidad, de toda superposición abusiva de postes o hilos
telegráficos y de la industria ruidosa e invasora en la proximidad de los
monumentos de arte y de historia.
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8. La Conferencia emite los
siguientes votos:
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a) que los diversos estados, allí donde
las instituciones están creadas o se reconozcan competentes en esta materia,
publiquen inventario de los monumentos históricos nacionales, acompañado de fotografías
y de informaciones;
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b) que cada estado cree un archivo en el
que se conserven los documentos relativos a los propios monumentos históricos;
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c) que la Oficina Internacional de los
Museos dedique en sus publicaciones algunos artículos a los procedimientos y
métodos de conservación de los monumentos históricos;
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d) que la misma Oficina estudie la mejor
difusión y utilización de los datos arquitectónicos, históricos y técnicos
así centralizados.
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9. Los miembros de la
Conferencia, después de haber visitado en el transcurso de sus trabajos y
durante el crucero de estudio realizado, algunas de las excavaciones y
monumentos antiguos de Grecia, rinden unánimemente homenaje al gobierno
helénico, que desde hace largo tiempo, mientras él mismo realizaba trabajos
considerables, ha aceptado la colaboración de los arquitectos y de los
especialistas de todos los países. Estos
han encontrado así un ejemplo que contribuye a la realización de los
objetivos de cooperación intelectual, cuya necesidad se hizo tan evidente en
el transcurso de sus trabajos.
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10. La Conferencia,
profundamente convencida de que la mejor garantía de conservación de los
monumentos y de las obras de arte proviene del afecto y del respeto del
pueblo, y considerando que estos sentimientos pueden ser notablemente
favorecidos por una acción adecuada de los poderes públicos, emite el voto de
que los educadores dedicaron todo su cuidado para habituar a que la infancia
y la juventud se abstengan de todo acto que pueda degradar a los monumentos y
los guíen para que entiendan su significado y se interesen, en forma más
general, por la protección de los testimonios de toda civilización.
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