CERTAMEN

"NUESTRAS ARTESANÍAS TRADICIONALES"

2013

MASCARADA TRADICIONAL COSTARRICENSE

HOMENAJE PÓSTUMO AL SEÑOR

GUILLERMO MARTÍNEZ SOLANO,

"Don Memo", MASCARERO

(1926 - 2013)

PREMIO NACIONAL DE CULTURA POPULAR 2008

Les voy a contar un cuento.

Un cuento hermoso; hermoso porque es cierto.

Cierto es que existió un hombre que amaba el arte de hacer sonreír con color y papel a la gente.

La gente que disfrutó y que disfrutamos aún de su legado.

Nuestro legado de caretas, gigantes y enanos, de brujas y de lloronas.

Hoy lloramos la partida del hijo del escultor que con yeso e imaginación creaba las estatuas del cementerio de su pueblo.

Hoy homenajeamos al esposo y padre de una familia generosa que lo acompañó en su sueño. Hijas soñadoras que hoy continúan abriendo puertas de entusiasmo a niños y niñas de la localidad.

¿Qué más reclama el pueblo que poder vivir el fruto de su propia tradición?

 El fruto es esfuerzo, dedicación y ganas de compartir con toda la comunidad  lo que hemos creado. El fruto es la máscara. El fruto es la fiesta.

La fiesta es la pasión por lo que se hace y permitir que otros aprendan.

Aprendimos de don Guillermo que podemos crear siempre, aunque nos aceche la austeridad; que podemos crear pensando también en nuestro ambiente y propiciando que nuestro arte sea accesible a los demás.

-El barro es indispensable-, expresaba don Memo cuando daba sus talleres; porque con él podemos esculpir nuestras propias figuras, porque puede ser tocado por las manos más ancianas y también las más pequeñas.

-No debe de haber límite para la creatividad-, nos repetía. El molde es un referente pero no una obligación. Nos muestra lo que ha existido pero también es esperanza de lo nuevo.

Don Guillermo y su hermano don Avelino, dos güilas curiosos de San Rafael de Oreamuno, no se conformaron con ver desaparecer de sus calles la tradición de los Valerín. Así iniciaron un proyecto familiar que ha perdurado por años y que el pueblo de Oreamuno, de Cartago y de toda Costa Rica hereda y disfruta.

Gracias don Guillermo y un aplauso para doña Nelly, su esposa, y toda su familia. Celebremos, para don Memo, con un minuto, no de silencio, sino de cimarrona.

Vania Solano Laclé