Consultas Inmuebles declarados patrimonio

  • Provincia:
  • Cantón:
  • Distrito:

 

 

 

 

Sucesos de nuestro pueblo

 

Autor: José Ángel Vargas Murillo (Nenén)

 

la feria de lombardia - copia

 

Tradiciones De Mi Pueblo

 

LAS TRADICIONES, como muchas otras cosas, se han creado en todo los pueblos, por razones que impone la misma naturaleza del ser humano. Por lo tanto, que él haya querido salir de la rutina diaria, inventando quehaceres y pasatiempos, o copiando los de otros. Todos, con un fin; el esparcimiento y la diversión.

 

De ahí, que muchos pueblos y lugares, por sus turnos patronales, ferias escolares, fiestas cívicas, matrimonios, cumpleaños, rezos, etc, etc, donde se han hecho famosos y más por aquellas cosas que se convirtieron en tradición.

 

Nuestro pueblo no pudo escapar a muchas de estas cosas; porque a igual que los demás: pudo soñar, aprendió a rezar y también aprendió a reír.

 

En este libro "TRADICIONES DE MI PUEBLO", en versos y muy picarescos, dejo patente lo de nuestra tradición, "La Feria de Lombardía", tradición narrada ya parte de nuestra historia.

 

La Hacienda Lombardía

 

Tomando en cuenta que en ésta narración de tradiciones, aparece una que habla de Lombardía, voy a comentar algo sobre éste nombre y éste lugar.

 

RESEÑA HISTÓRICA: Lombardía, es un lugar de Tilarán, que sólo dista a tres kilómetros del centro de población, dicho nombre viene de un lugar del norte de Italia que está en la región de Piemonte.

 

En éste lugar de nuestro cantón, a principios de siglo fue fundada la HACIENDA LOMBARDÍA, la que estuvo administrada por mucho tiempo por individuos italianos. Estos, pusieron muchos nombres de Italia en nuestra hacienda y también trajeron muchos animales y cosas de su patria.

 

La hacienda en un principio, abarcaba más de cinco mil hectáreas de terreno, comenzando en el cantón de Cañas, en la finca La Albania y llegaba hasta la finca El Silencio.

 

En ésta hacienda Lombardía, se explotaron y exportaron gran cantidad de cosas: Leche de níspero para chicles, maderas finas, café, leche de hule criollo y extranjero lo mismo que la ganadería y otros productos agrícolas. En el año 1950 se inició la industria azucarera al montarse un pequeño ingenio que finalizó en el año 1968, produciendo en sus albores marquetas de dulce para la Fábrica Nacional de Licores.

 

En la Hacienda Lombardía, fue el lugar de Tilarán donde se promovió el mayor centro de desarrollo económico del cantón, permaneciendo sin variar por muchos años.

 

Pero nuestra famosa hacienda, al igual que muchas otras grandes haciendas, se fue desmembrando poco a poco y así, después de haber pasado lo que llamábamos SAN RAFAEL (Hoy Hacienda Mandela) a manos del italiano don Pietro Di Gallo Di Roccagiovini; el resto hoy forma parte de fincas y parcelas de pequeños agricultores y ganaderos del lugar.

 

Hoy Lombardía permanece, pero aquella hacienda no existe, sólo quedan los recuerdos en las mentes de muchas familias y trabajadores que echaron raíces en ese bello lugar, donde también tejieron muchas esperanzas e ilusiones.

 

Actualmente existe un asentamiento de parceleros llamado Monseñor Héctor Morera Vega.

 

La Feria de Lombardía.

 

Introducción.

 

Lo que a continuación se narra, fue el resultado de todo lo que sucedió en la última feria escolar celebrada por los vecinos, el personal docente y el patronato escolar de Lombardía, el día 13 de febrero de 1968.

 

La mayor parte de personas y cosas aquí mencionadas, fueron reales; aunque también aparecen cosas ficticias para adorno y complemento de la narración.

 

Hoy al hacer pública ésta narración, mucho me agrada el saber, que no hay un solo vecino y vecina de éste cantón con sus cuarenta años cumplidos, que no recuerde con nostalgia la desaparición de aquel lugar como pueblo y sus cosas especiales; porque en él, siendo niños grandemente disfrutaron.

 

La Feria de Lombardía

 

De la feria de Lombardía

Algo les voy a contar

Poco o mucho van a gozar

Hoy, mañana o cualquier día.

 

Para realizar la fiesta

Se hicieron muchas reuniones

Mas habiendo unas razones

Hubo que postergar ésta.

 

La fecha ya estaba puesta

Y comisiones designadas

Todas bien organizadas

Para celebrar la fiesta.

 

Pero siempre así sucede

Que hay peces grandes y chicos

Y pudiendo más los ricos

Que el pobre atrás se quede.

 

En Tilarán hacen reunión

La Junta y el Patronato

Y acuerdan de inmediato

Poner la cosa en acción.

 

Anunciando fecha y día

Igual que estaba anunciado

Por este lugar preciado

Que es mi lindo Lombardía.

 

Viendo así lo sucedido

Nos reunimos otra vez

Y acordamos para después

Lo que hasta aquí fue perdido.

 

Insistióse en el asunto

Se acordó para después,

Mas sigue la tirantez

De ellos todos y en conjunto.

 

Tres días no les bastaron

Para explotar a la gente

Y sucedió que de repente

Dos días más festejaron.

Todos los días jugaron

Lindos novillos de raza

Y fue así como la plaza

Bastante mal la dejaron.

 

Por la forma tan brutal

como la plaza quedó

muchos clavos le acarreó

al cuerpo municipal.

 

Dejo aquí a mis señorones

Para relatar lo nuestro

Y si algo les dije cierto

Les pido miles perdones.

 

Ahora si, mis señores

Creo que ya no hay más atrasos

Y a anunciarles con bombazos

La feria de nuestros lares.

 

Ya que en todos los lugares

Como siempre se acostumbra

Que el cielo hasta que retumba

Con bombas triples y pares.

 

Con bombas de donde Araya

El que se llama Juvenal

Dicen que no se oyen mal

Si de ellas ninguna falla.

 

Allá en la Loma parados

Reventamos tres bombazos

Señores, damas y mozos

Quedan todos invitados.

 

De muchas partes vinieron

Viejas, viejos, chicas, chicos

Tiesos, bolos, pobres, ricos

Y ellos todos algo hicieron.

 

Mas cuando pasó la feria

Mucho quedó por contar

Que aquí voy a relatar

De gratis, les va de feria.

 

Voy de los de aquí a decir

Con la cocina a empezar

Que quien iba a cooperar

No lo hizo por dormir.

 

La jefe de la cocina

Un clavo se iba a sacar

Y lo que puso a cocinar

Cayó mal a una vecina.

 

Todos los que cooperaron

Pensaban solo en comer

Y todavía hasta ayer

Muchos sobros se llevaron.

 

Los chicharrones que hicieron

No los dejaban estar

Y estando sin cocinar

Gran cantidad se comieron.

 

De tantos que así salieron

Para pronto devorar

Que al pobre don Baltasar

Varios pringuetes le dieron.

 

El guarda de la cocina

Que era el señor don Ramón

Nadie le ponía atención

Por estar en una esquina.

 

La cosa muy mal andaba

Unos comían de gratis

Otros quesque apuntaban con lápiz

Y todo mal caminaba.

 

Viendo tanta atrocidad

Se llamó a uno a poner orden

Para frenar el desorden

Y aquella barbaridad.

 

Llegó pronto a poner orden

Un miembro de la comisión

Que con bravura y tesón

Un poco frenó el desorden

 

Don Luis tallaba la cosa

Por tanta regaladera

Epifanía así lo viera

Y entendiera doña Rosa.

 

De la buena comedera

Que todo el mundo comía

Poco después le cogía

Una fuerte salidera.

 

El mondongo mal no estaba

Y el picadillo tampoco

Un poquito o algo joco

Creo que ese era el que purgaba.

 

La carne estaba grasosa

Exquisita y adobada

Hay señores que tirada

Porque estaba mantecosa.

 

Los tamales desiguales

Unos grandes y otros chicos

Y estando así tan ricos

Eran solo a cuatro reales.

 

La gente bien comentaba

Que tamales más de espanto

Mas quien los comiera tanto

Rapidito se purgaba.

 

Tres gallinas se rifaron

Bien rellenas y con lujo

Saciando así el antojo

Que tanto tiempo esperaron.

 

Tocó en suerte a don Miguel

Sacarse esa rica ave

Yo no sé y nadie sabe

Si se la comió solo él.

 

Mucho más puedo contar

De la cocina escribir

Pero no voy a seguir

Porque pienso terminar.

 

De la cocina el final

Que pronto voy a dejar

Cierto les voy a contar

Aunque me parezca mal.

 

Que el último día de fiesta

Todo estaba terminado,

quedóse aquí un engomado

Que quería dormir su siesta.

 

Me tocó acomodarlo,

Saco de gangoche le

Véngase usted por aquí.

Para bien acompañarlo.

 

Como tan bolito estaba

Dio tres vueltas al revés

Venga señor por aquí,

Pues casi no se paraba.

 

Llegó a su feliz posada

Sin cobija y sin sombrero

Donde estaba el compañero

Ya con la puerta cerrada.

 

Comienza aquí el vacilón

Dos señores bien ancianos

Dándose apretón de manos

Espíritu y don Ramón.

 

Dos sacos bien extendieron

A la orilla del fogón

Sirviéndoles de colchón

Donde pronto se durmieron.

 

Juntos los dos dormitaban

Don Ramón chingo de cuecha

Y Espíritu a su derecha

Ya ni siquiera chistaban.

 

Después que ya se durmieron

Don Ramón masca y mascaba

Y a Espíritu así rociaba

Cuando la espalda se dieron.

 

Espíritu roncando estaba,

Don Ramón seguía mascando

Y lo que le iba sobrando

El otro bien lo lograba.

 

A las tres de la madrugada

Después de su lindo sueño

Espíritu chingo de baño

Pensaba en la levantada.

 

Y hallándose en esa facha

Sornagueó a don Ramón

Díjole viejo mascón

Me ha bañado con su cuecha.

 

Don Ramón se disculpó

Tengo un vicio y es muy solo

Usted es de ser muy bolo

Así es que me las pagó.

 

Viene la refresquería

Con cosas para contar

Aquí nombres voy a dar

De otros dos de Lombardía.

 

Para la refresquería

Se nombraron comisiones

Rodolfo con sus razones

Ayudante no quería.

 

Siempre se le dio ayudante

A Israel no lo quería,

Mas éste siempre insistía

Hasta que salió ganante.

 

Rodolfo aún mas decía

Yo no quiero a ese ayudante

Aunque se le ponga un guante

Aquí en la refresquería.

 

Mas mucho tiempo pasó

E Israel hasta sin guante

Ayudó lo mas campante

Y a Rodolfo vaciló.

 

Tanto enredo y tanto brinco

Con esta refresquería

Negocio malo que hoy día

No se le ganó ni un cinco.

 

Del bingo quiero contar

No dio ganancias tampoco

A caja entregaron poco

Los que entraron a cobrar.

 

Y es tan veraz lo que digo

Que un joven que iba a cambiar

Se iba mejor a gastar

Grueso y menudo del bingo.

 

Todos echaron de ver

Que el negocio era brutal

Pero que al jugarlo mal

Mas llegaron a perder.

 

Al final la comisión

Pidió entregaran la cuenta

y la ganancia de dos cincuenta

causó gran admiración.

 

Voy a contar de los bailes

Pues se hicieron solo tres

Y creo que sólo esta vez

De ellos no hablaron los frailes.

 

Como siempre así sucede

Los bailes fueron muy buenos

Caigan lluvias vengan truenos

Baila hasta el que no puede.

 

Cuando se oyó la marimba

Sonar por primera vez

Hacían más de un revés

De aquí unas doñas con timba.

 

Las que amarraban tamales

Las chicas de la cocina

Pasaron por la cantina

Hasta con sus delantales.

 

Oye vos fulana de tal

Las oímos comentar

Cuidado vas a contar

Que amarrábamos tamal.

 

Sin mas ni esperar razón

Llegaron así a la pista

Y de ellas una más lista

Entró primero al salón.

 

Pronto bailó tan contenta

Pieza muy sensacional

Y mas hedionda a tamal

Que no se daba ni cuenta.

 

Otra bailó la segunda

Y le dijo a las demás

Mañana bailaré más

Si hoy me escapo de una tunda.

 

Y así continuó el bailón

de este que fue el primer día

y nadie pieza perdía

cada cual con su intención.

 

Se vieron muchos bailar

Como si fuesen casados

Pues se quedaban parados

Queditos en un lugar.

 

Otro, de la marimba y al son

Que a su novia iba bailando

Boca en oreja pegando

Le cantaba la canción.

 

Otra con labios de rosa

Queditita como en misa

Le manchaba la camisa

Al novio muy amorosa.

 

Un señor como con frío

Con su pelito canoso

Bailaba lo mas rumboso

Augusto, ese era mi tío.

 

Aprovechó el compadre

Ocasión tan placentera

Para bailar la primera

Piecita con su comadre.

 

Un chiquillo, un mocoso

Quería bailar de veras

Con solo once primaveras

Por eso estaba nervioso.

 

Otro un poquito mayor

Con el cuerpo tembloroso

Se sentía muy valeroso

Para hablarle a un señor.

 

Señor, éste que era el padre

De unas ocho muchachitas

Unas feas y otras bonitas

Que las cuidaba su madre.

 

Un joven muy inspirado

Bailaba con tanto ensueño

Que parecía ser el dueño

de quién iba acompañado.

 

Vi una joven muy hermosa

bailar bien acompañada

pero estaba preocupada

de su compañera Rosa.

 

Quién bailaba sin cesar

Con un mozo medio polo

Que estando también muy bolo

No podía bien bailar.

 

Un joven muy bien bailaba

En una esquina acosado

Pues estando en ese lado

Por bailar nada pagaba.

 

Vi una pobre cocinera

Con una enagua tallada

Bailar como muy frenada

Una pieza muy ligera.

 

Un muchacho medio ido

Mirando hacia las estrellas

Bailaba con una de ellas

Las piezas que eran corrido.

 

Un joven parecía loco

Pues bailaba muy chiqueón

Llevando en su pantalón

Media con guaro y un foco.

 

Hombres con hombres bailaban

Y abrazados por el cuello

Raro no es ver todo aquello

Pues bolos varios estaban.

 

Las niñas también bailaban

Con ritmos muy desiguales

Y para colmo de males

Sólo era que practicaban.

 

Y a una doña aventajada

Le bailaban en su mente

Recuerdos que de repente

Vio su juventud pasada.

 

Esto así se le notaba

mostrando mucha inquietud

al ver a la juventud

que tanto así la envidiaba.

 

los marimberos bailaban

sus ojos sobre el teclado

dejando pereza a un lado

pues por ello bien ganaban.

 

Les ayudó un cornetín

Muchacho que bien tocaba

Mas éste tomado estaba

Y al baile no le dio fin.

 

Tocaba por cooperar

Cosa que le agradecimos

Mas lo que si malo vimos

Fue que viniera a pelear.

 

En esta bonita fiesta

muchas congojas tuvimos

cosas malas muchas vimos

también con los de la orquesta.

 

Pedían guaro a cada instante

pues tomaban sin pagar

y nadie pudo imaginar

lo que le pasó a esta gente.

 

Primero lo del corneta

luego lo de un marimbero

que se puso medio fiero

y le rompieron la jeta.

 

Del baile se aprovecharon

Los que les gusta pelear

Y no dejaban bailar

A los que de él disfrutaron.

 

La gente bailar quería

Y se tocaba nuevamente

Más sucedía de repente

Que otro molote se hacía.

 

Apartaban a los del pleito

La misma gente que había

No hallándose un policía

Ni de ellos siquiera un pito.

 

Y de autoridades hablando

Que aquí se solicitaron

Los dos que nos visitaron

Sólo pasaron logrando.

 

Llegaban a la cantina

Y solo bebían Chattan Bay

Y la boca que hubo no hay?

Y se iban a la cocina.

 

Mas como dice el refrán

Panza llena estoy contento

Logremos este momento

Los obsequios pasarán.

 

Y éstos que venían a hacer

si no era a celar el orden

y el baile que era un desorden

que daba pereza ver.

 

Lo único que aquí hicieron

Que no es malo relatar

Del baile hubo que sacar

Un perro que envenenaron.

 

Y así los bailes pasaron

Dejando mucho que hablar

Cosas malas de olvidar

Y alegrías que se fueron.

 

Ahora lo de las corridas

Pues ya no hay feria sin éstas

Ni tampoco en grandes fiestas

No haberlas son permitidas.

 

Si no se anuncian corridas

Tan sólo por traer gente

Sucede que de repente

Las mismas se ven perdidas.

 

Aquí en las de éste lugar

Toros cansados se jugaron

Y a la gente no gustaron

Ya que no querían tirar.

 

Pues los pobres animales

en Tilarán se jugaron

y quince días pasaron

mal comidos en los corrales.

 

Bien los prestó don Miguel

El que Mandela administra

Quién se nos perdió de vista

Para decírselo a él.

 

Con todos estos problemas

No dejó de suceder

chistes que van a leer

y cosas de por demás.

 

De un toro que estaba jocho

Amarrado al bramadero

Un borracho majadero

Lo quería porque era mocho.

 

Este con sus cachos menos

Lo montaron varias veces

Y resultó de las reses

Ser uno de los más buenos.

 

Otro su panza sangrando

De espuelazos que le dieron

Todos los que lo pidieron

Al suelo caían rodando.

 

Uno más listo que fiero

Se brincó una barrera

Corriendo como pantera

Fue a parar a su potrero.

 

Un mozo que mal toreaba

Creyéndose el Cordobés

Le dio el toro un gran revés

Y así lo desengañaba.

 

Otro con mucha prestancia

Montó con tan mala suerte

Que salió muy de repente

Herido y en la ambulancia.

 

En esa triste figura

A Liberia se llevó

Y pronto se le aplicó

En la boca una costura.

 

El caso éste no es raro

Pero aquí se comentó

Que al joven que le pasó

Era el hijo de Sergio Alfaro.

 

Sergio muy bravo se puso

Por lo que le pasó a su hijo

Y a Mario cosas le dijo

Con gestos que antes no usó.

 

Las corridas continuaban

Con toreros a granel

Y los toros de don Miguel

Ni con baqueta tiraban.

 

Un joven de Tronadora

Sólo montar él quería

Pues sólito se le veía

Pedirlos sin mucha mora.

 

Las barreras del corral

Aunque de maderas duras

Ya no estaban muy seguras

Estaban bastante mal.

 

Con todo y lo mal que estaban

Amarradas con bejucos

No faltaron muchos locos

Ni chicas que se trepaban.

 

Y de estas chicas les cuento

Muchas así encaramadas

Por estar emocionadas

Las desarropaba el viento.

 

Mas con lo que hacía el viento

Trabajo que no costaba

El mirón que abajo estaba

Aprovechaba el momento.

 

Uno habla y con razón.

De las famosas corridas

Y las ve bien divididas

Si pone buena atención.

 

Que unos van a ver torear

A los toreros valientes

Y la otra mitad de gentes

Solo van a samuelear.

 

Y para final de toros

Que mucho dieron que hablar

Voy a otra parte a pasar

Y es al redondel de bolos.

 

Llámesele bien cantina

O dígasele también bar

Lo cierto, aquí se pone a la par

El pobre y la gente fina.

 

En este lugar señores

Se olvidan todas las penas

Cosas malas cosas buenas

Y también los sinsabores.

 

Llega y toma el que por vicio

Terminando su dinero

Pide fiado al cantinero

Pues es parte de su oficio.

 

Toma el que bailar desea

Para olvidar de sus penas

Y con un traguito apenas

En el baile hasta pelea.

 

Llega el señor campesino

Acompañado de su esposa

Y ésta acepta buena cosa

Tomarse una copa de vino.

 

Aquí en mi Lombardía

Muchos se vieron tomar

Cada cual dio a demostrar

Quien con el licor sería.

 

Logró verse en Lombardía

El porte de mucha gente

Que al humo de agua ardiente

Buenos son hipocresía.

 

Vióse como un profesor

De sus aulas muy ausente

Tomaba con otra gente

Muy pasado de licor.

 

Y cambia el cuento señores

Que aunque tome el profesor

Y se pase de licor

Bueno muestra otros honores.

 

Oí a unos ocho ganaderos

Hablar con su voz muy fuerte

Que llegarían a la muerte

Sin ser nunca pordioseros.

 

Y a otro cauto con dinero

Que hablaba de ellos muy franco

Si a esos los talla el Banco

No les queda ni un ternero.

 

Todos tomaban de veraz

Todos y sin excepción

Pues era esta ocasión

De quienes eras primeras.

 

Vi un mocito quinceañero

Pedir el licor en cuartas

Pues les salían más baratas

A él y a su compañero.

 

Muchos tomaban cerveza

Delante de los mayores

Que sin ser nada mejores

Los veían con extrañeza.

 

Un niño pedía en el bar

Que le sirvieran licor

Y la cosa que era peor

Fue de que era un escolar.

 

Y voy a decir también

de los que vendían veneno

Que no hacían nada bueno

Ni mucho menos el bien.

 

Los cantineros del bar

Que servían muy afanosos

No lavaban ni los vasos

Para el trabajo apurar.

 

Y los pobres tomadores

Que beber en esas copas

Sucias y bastante jocas

Hediondas a mil olores.

 

El tarro del agua pura

Que ocupaba el cantinero

Era un tarro de basurero

Sin líneas y sin figura.

 

Y de él, el agua canela

Se ocupaba sin notar,

Y todos por cooperar,

Para ayudarle a la escuela.

 

Algo más, los cantineros

Guaro con agua mezclaban,

Y al guaro, así bautizaban

Como buenos misioneros.

 

Esto se hacía al comenzar,

Al llenar de las botellas,

Para no dejar ni huellas,

De lo que es casi robar.

 

Pero aquí robo no había

Pues se hizo por cooperar

Y nadie pudo notar

La mezcla que se bebía.

 

Y más aún todavía

como era para ayudar

nadie vino a revisar,

el guaro de Lombardía.

 

Algo raro mas les cuento

Que Nenen que siempre toma

No se le vio ni por broma

Tomar guaro en este evento.

 

En la cantina señores

Sirvió muy bien de cajero

Hizo a un lado este chiquero

Para hacer cosas mejores.

 

Tres días se amarró la faja

Y se mantuvo en lo cierto

De las cuentas y del vuelto

Y bien bien entregó la caja.

 

Muchas más cosas pasaron

En esta fuente de locos

Donde quedaron muy pocos

Que del chisme se escaparon.

 

Finaliza aquí un bombeta

Con versos que le costaron

Y aunque algo le rimaron

Vio coronada su meta.