A mi y a un grupo de amigos de los que
recuerdo a Cristian, Jorge Yuca, Julio Pigua, Juá-Juá, Fabio Canfinera, Pie
Grande, que cuando ingería cierta sustancia era todo un rollo, y otros que a
la fecha no recuerdo, éramos felices escuchando las historias de sus
aventuras, pues Chau-Chau era como quince años mayor que nosotros, de las que
recuerdo, dice que cuando trabajaba en la Zona Sur, con la bananera, estaba a
la orilla del río Térraba, ve bajar tres tinajas llenas de oro que hasta
relumbraban, agarra un bote y comienza a perseguirlas y después de remar como
una hora, cerquita y a punto de alcanzarlas, sale el "Diablo" del fondo del
río y se las quita; susto igual ha tenido en la vida. Luego en Guayabo de Turrialba encontró una
huaca con monos, tigres y lagartos de oro, en eso llegó la policía y se los
quitó, y claro cerquita escondido el "Diablo", en la Fila del Aguacate,
después de escarbar como cinco metros, hay una piedra de oro como de medio
quintal, en eso pasa un gringo y le ofrece cien dólares porque eso no es oro,
cansado y para agarrar algo se la vende, pero cuando va a tomar el billete se
le esfuma, porque el gringo se convierte en "Diablo". Una vez, viniendo de Piedades como a las
once de la noche, pasando por el cerro del Calvario ve una luz en media calle
que se va moviendo hacia el cerro y al llegar a la cumbre lo primero que esta sentado sobre el tesoro es el "Diablo", y así cada
vez que encontraba un bodoque de oro el "Diablo" se lo quitaba. Eran tantas las historias de sus aventuras
que poco a poco se nos fue metiendo en la cabeza que si lo acompañábamos en
la próxima búsqueda, el "Diablo" no podría quitarle el oro. Chau-Chau como adivinando nuestros
pensamientos nos dice, muchachos yo tengo un secreto que se lo dio el cacique
Felipe de Quitirrisí a mi bisabuelo hace como cien
años y que él me reveló antes de morir, aunque le prometí no revelarlo ya yo
estoy viejo y cansado por lo que quiero encontrar ese tesoro y que el
"Diablo" no me lo quite, pero para eso tengo que compartir el secreto con
ustedes. Lo que el sapo quería, ni
lerdos ni perezosos nos ofrecimos a trabajar compartiendo todos los peligros
y ganancias también. Serio y
misterioso Chau-Chau comienza a revelarnos el secreto, resulta que de aquí
como a dos kilómetros en los altos, hay una piedra que le llaman la piedra
del Indio, es muy grande y redonda y debajo de ella los Indios de Quitirrisí enterraron hace como cuatrocientos años todas
las joyas y oro que tenían para que los españoles no se los robaran, eso sí
ese tesoro lo cuida el "Diablo". Nos
preocupamos por la situación pero decidimos seguir adelante desconfiando un
poco, por lo que fuimos a verificar una tarde si de verdad existía la piedra,
en efecto ahí estaba por lo que seguimos con el proyecto, seriamos
millonarios. A los dos días Chau-Chau
nos reunió para explicarnos todo lo que teníamos que hacer para vencer el
"Diablo" y sacar el tesoro, la lista era grande: sería un viernes a las doce
de la noche, llevar tres matas de ruda, un rosario bendito hecho con cuentas
de San Pedro, cuatro cruces de palma bendita, media botella de agua bendita,
seis limones agrios partidos en cruz, un frasco de ceniza de la que botan
después de la misa y como una ayudadita mas, veinte candelas de dinamita,
Chau-Chau dice que con Triquitraque la puede conseguir, hicimos una vaca para
comprarla. El viernes 13 de octubre,
después de hacer otra vaca pasamos donde Marino y compramos cinco kilos de
salchichón, diez bollos de pan y tres botellas de sirope, a las siete de la
noche bien equipados con palas, picos, macanas, dos focos que medio
alumbraban y diez sacos de gangoche para echar el
oro salimos rumbo a hacemos millonarios.
Llegamos como a las ocho, Chau-Chau dirige toda la operación, nosotros
trabajamos, Yuca como es el mas valiente para
trabajar hace el hueco debajo de la piedra para colocar la dinamita, se me
olvidaba que también traíamos once candelas moradas para colocarlas
encendidas alrededor de la piedra, Chau-Chau apura, porque a las doce se
despierta el "Diablo". Por fin
faltando cinco para las doce prendo la dinamita y salimos todos en carrera a
tirarnos en una zanja. Santísimo Dios,
las Tres Divinas Personas, ¿que fue eso?, la bomba atómica, un terremoto, una
lluvia de piedras, como atontados y golpeados salimos con los sacos a recoger
el oro, pero nos vamos encontrando con un hueco de cinco metros de hondo y
nada de nada, a Pie Grande se le baja la euforia y comienza a maldecir y
llamas los diablos, a Yuca se le afloja la panza, Chau-Chau se enoja y saca
el cuchillo para callar a Pie Grande, en fin una tragedia.
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