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Anécdotas e Historia de vida

Capellades de Alvarado

 

Capellades pueblo pujante y vigoroso, ubicado en las faldas de sus imponentes volcanes Irazú y Turrialba, que pase a los adelantos tecnológicos y urbanos no quiere perder sus hermanos costumbres y tradiciones.  Los inolvidables personajes que hicieron grande y famoso nuestro pequeño rincón, personas forjadoras luchadoras y sacrificadas, ellas hicieron de éste pueblo, un rincón que invita al visitante a llegar y compartir con sus humildes pobladores

 

Un caserío de pequeñas casas humildes, con grandes endijas en sus tablas por donde se divisaban unos ojos negros y chispiantes, mirando el paso de la gente en su diario caminar, por aquellas calles de barro y piedras, en verano grandes polvasales donde se undian los pies y se hacían montañitas en medio de los dedos y en invierno, los barreales que dejaban a mas de uno pegado.

 

En aquellos tiempos no se contaba con cañería, para poder llevar el agua a sus casas elavoraban sus propias canoas con piesas de vástago y las conectaban directamente de los ojos de agua, que abundaban por todas partes.  No tenían luz eléctrica y se alumbraban con candelas y canfineras, si salían en las noches tomaban un tarro y le ponían una candela o con tisones bien encendidos.

 

Entre algunos de los pobladores de aquellos viejos tiempos se encontraba don Cleto Cordero Chacón y su esposa Patrocinia Guillén, con sus siete hijos su hogar, una vida de mucha lucha y sufrimiento ellos vivieron en lo que se conoció y se sigue conociendo como el barrio del tronco, este nombre se tomó de un antiguo árbol de poro que se encontraba en la calle.

 

Don Cleto era un hombre muy sencillo y humilde, y tenía una gran inteligencia pese a no ser una persona estudiada, su buena memoria y su facilidad para desenbolverse, hacia que todos lo buscaran para algún favor, consejos o platicar con él y oir las historias que contaba principalmente de espantos que en ese tiempo se daba mucho.

 

El era un hombre alto, de pelo blanco, un poco agachadito a su edad, su cara gruesa en su frente las arrugas marcando los años, ojos café de grandes cejas, su caminar lento pero seguro, acostumbraba llevar su sombrero gris de pita el material con que se hacian los sombreros, siempre en su cintura el cuchillo y la lima y un pañuelo rojo grande para secar el sudor del día, pantalones de arme y camisa igual eran las telas mas duraderas, en sus pies las botas o zapatos él padecía de reumatismo y no podía andar descalzo en sus labios gruesos siempre con su cigarro y no se lo quitaba hasta terminarlo se le hacía un chorizo de cenisa y no se le caia, los cigarros se los hacia la misma Patrocinia con papel y tábaco.

 

Vivía en una casa de 4 habitaciones, una cosina donde se podía ver en el techo un poco ahumado las vigas grandes que daban firmeza a la casa, un fogón que se encontraba en un rinconcito era de piedra y ladrillo con una lata de cin y cuatro huecos, las hileras de leña en los lados y otros guindando sobre el fogón, también habia un alambre de lado a lado de la pared y allí ponían la carne a secar para que durara y diera ese sabor especial de carne ahumada.

 

Por entre lo lados del fogón se salían las llamas del fuego y encima estaba la olla de carne que hervia y dejaba salir un olor que invitaba a comer.  cuando se enverduraba como se decía no faltaba su buena yuca, platanos, papas, elote ñanpi, camote, los chayotes que se cosinaban con cascara, y el ayote amarillo.  Una casuela de arroz la cual se preparaba con pedacitos de cebolla y daba un olor inolvidable, no podía faltar la cafetera de agua hirviendo para la de agua dulce de aquella tapa de dulce que si sabia a dulce.  También cerca del fogón cecaban el cuajo que era como el mondongo pero delgado lo sacaban de las vacas, lo partían en cuadritos y con esto cortaban la leche.

 

A las cuatro de la tarde se llamaba a comer servir aquella deliciosa comida y cuidado se olvidaba alcanzar el librillo de barro donde en la mañana se guardaron las tortillas que se molieron en la piedra en esta misma molian el maiz y hacían las tortillas.

 

Esta comida la servia en una mesa de madera larga que tenia una gabeta en el centro, se sentaban en las bancas también se encontraban un moledero y un trastero pegado a la pared que era tres tablas orizontales y dos verticales cada lado, daba gusto verlas bien limpias y lo hacian con hojas de guarumo y los trastes los lavaban con hojas de targua.  En los bordes de las tablas ponian clavos y allí colocaban los jarros, en las paredes, las ollas guindando lavadas y una escarapeladas.

 

En los dos cuartos estaba un camón con esteras, dormían sin sabanas y las cubria una cobija, en las noches sentian como se les metian en el cuerpo, tenian un baúl a un lado para guardar la ropa y otra la guindaba en una regla.

 

En la pequeña sala se encontraba una mesa y dos escaños y una repisa donde estaba un radio de los primeros que llegaron al pueblo.

 

El corredor largo con baranda de lata, en sus paredes colgaban las matas de bocsinia, borrachas, alientos entre otras y las sembraban en ollas viejas y tarros.

 

Detrás de la casa habia un galerón pequeño donde ordeñaban una vaca y picaba la leña mas arriba todo sembrado de maíz y cuba que doña Patro siempre se iba a traer elotes para las chorreadas y darle a las visitas que nunca faltaban, cuando estaba el maíz hacia masamorra para repartir.

 

Al frente los patios de tierra bién varridos con las escobas de monte, se amarraban a un palo con un mecate y eran las mejores escobas que habian.

 

Las ventanas de la casa eran de madera y se habrian para los lados.  Allí arrecostado a la ventana con un atardecer donde el sol daba sus últimos rayos y ya el frio se sentia, mira la gritasón de chiquillos jugando en el patio y la calle unos brincaban suisa, otros con bolinchas y chumicos, unos jugaban escondido, otros casita los mas chiquillos jugaban rondas ambo tinajas, se subían a los paredones para jugar oba.  Entre tanta buya bienen a su mente los recuerdos de sus andanzas de juventud.

 

Para criar a sus hijos, iba a la montaña a traer bejuco y palmito a veces duraba varios días en la montaña, una vez estando allí un árbol cayó y sus ramas lo prensaron y solo con la ayuda de Dios logró salir.  En otras ocasiones se llevaba a su sobrino Juaquin para que le ayudara salían en la madrugaba y regresaban en la noche, vendian el bejuco a las hermanas Brenes que hacían canastos don Cleto le daba a Joaquín 25 centimos.

 

También trabajo en las lecherías una de ellas fue en la finca de los Ortiz donde aprendio mucho sobre curar los animales y era que llegaba un veterinario y le enseñaba tambien le prestaba los libros y con lo poco que sabia leer aprendio vastante.

 

De ahi en adelante de todas partes lo llamaban, La Pastora, Santa Cruz, Cervantes, Santiago, las mesas y el sin cobrar nada iba a capar chanchos a curar vacas enfermas y picadas de arañas picacaballos y otras enfermedades era un veterinario sin titulo.  También era sobador y conocia de fracturas, cuerdas torcidas, escordaduras, cuando alguien se desmontaba un hombro él lo montaba, a la casa llegaba todo mundo a sobarse y él componía sus leciones.

 

A don Cleto se le murieron 3 de sus hijos uno pequeño otro de ataques epilecticos y Patrocinia tenia que ir a sacarlo de las cañas pues caia en cualquier parte, otro de ellos una enfermedad que nunca dieron con lo que tenia.  Cuando murió Rafael Angel era domingo y se celebraba la clausura de un año eúcaristico venia la proseción con el santícimo desde Santa Teresa con los angeles en andas, al pasar frente a la casa el murio, entonces las personas de procesión entraban a ver el difunto.

 

Las enfermedades de sus hijos llevó a don Cleto a una pobreza estrema, días después de la muerte de Rafael Angel su hermana Tina hacia su primera comunión y no podia comprar un vestido entonces se lo hicieron de la tela que sobro del ataúl del hermano, en ese tiempo los hacían en Capellades.

 

Un dia se fue desde la mañana para la montaña, y Patrocinia estaba embarazada, en el termino del día se enfermó y mando a llamar a su cuñada Elvira para que la ayudara a recibir a la niña que llegaba.  Cuando Cleto regreso en la tarde estaba Patrocinia con la bebe embueta en su delantal para darle calor en el cuerpo pues era de 7 meses y haci logro pegarla.

 

Entre desbenturas y debenturas, llegó a pedir un prestamo para poder seguir manteniendo su familia, y tras de esto se enfermo y no podia pagar el prestamo e iba a perder la casa.  Una noche estaba arrecostado muy triste a la ventana, pasó un vecino y le dijo Cleto viste que la lotería salió en 10 cual sería su alegría pues dias antes le regalaron un pedazo de lotería esto le ayudo a salir de la deuda "Aquí cabe el dicho Dios apreta pero no ahoga".

 

Las tres hijas que tenia, Tina, Lina, Esperanza, solo tenía 2 mudadas cuando las bañaban y les lavaban la ropa, las acostaban en la cama hasta que se secaran los vestidos.  La unica vez que el niño les trajo algo en navidad fue una muñeca de trapo para las 3 niñas.

 

Patrocinia en su pobreza fue una mujer con muchos dones.  En la escuela las chiquillas escribian con manglillos, eran cabillos de madera con una lata al final y el que podía le ponia una pluma al final, tenian que llevar un vasito con tinta y Patro como le decian algunos, hacia la tinta para las niñas, también hacia tinta para teñir ropa, esta la confeccionaban de sacos de manta que traian los letreros se les borraban y las teñian.  Apenas se moria alguien corrian donde Patro para que les tiñera de negro la ropa antes se usaba el luto todo un año.

 

Los bultos de la escuela era de chirraca y los hacia Lilo Cordero, otros eran de cuero de ternero blancos con negro, caoba o café y blanco como fuera iban felices a la escuela, aunque pocas terminaban la mayoría iban 2 años y en Capellades no daban sexto grado.

 

En algunas casas tenian los cueros de ternero como alfombras en la sala, de adorno en la pared o al pie de la cama.

 

En la casa de Cleto, era muy visitada por toda la gente, sentados al derredor del fuego al calor de las brasas en esas largos temporales que se extendia casi tres meses, se reunían a oir las historias que se narraban, en otras ocaciones llegaban a bailar se armaba el bailongo en la sala de la casa allí llegaba la música, Eduardo Ramiréz Agustin Cordero, Arcides Segura entre otros músicos del pueblo, en diferentes casas armaban los bailes donde Agustín Cordero, Esequias Estrada.

 

Se cuenta que en alguna ocasión frente a la casa de Mariano Loaiza había una plasoleta y lo curioso era que nadie la chapiaba, sino que los caballos que andaban en la calle eran los que comian hai; en esa plasoleta se ponian a bailar, los músicos tocaban en el corredor de la casa de don Mariano, era una noche de luna y estrellada, pocas veces les daban algo de comer y ese dia repartieron melcochas de ajonjoli y embueltas en hojas de naranja.

 

La primera comunión de Carmén Méndez y Trina sobrinas de Cleto fue algo curiosa, Carmen le hicieron la corona de flores de limón.  A las cuatro de la mañana su hernamo Juaquín subido en el palo de Limón apeando las flores mientras Angela y Caridad se la uban haciendo pues las flores tenian que ser frescas; feliz hizo su primera comunión, con su corona de flores que a medio dia estaban errumbrabas, con su vestido blanco, madias rojas y zapatos café.

 

Trina quería vestido blanco y no podian comprarle entonces le prestaron un vestido que tenía años de guardado, no se sabía si era blanco o amarillo o color de humo de manga corta, pero ella quería manga larga entonces su maestra la niña Nely, le arreglo las mangas con un pedazo nuevo, imaginecen como quedo ese vestido, ella iba de medias rojas y zapatos café, como todas se quedaban viendola le preguntó a la mamá porque la miraban haci y le respondió que era, que se veia tan linda como ninguna. Como la primera comunión se hacia en las fiestas, esta la filarmonia de Juan Viñas, entonces Trina se fue donde iban almorzar y le jalaba la chaqueta a Feleto el director musical y le decia "Mire Mire que yo hice la primera comunión" entonces el señor le dio lástima y entre todos le recogieron 25 céntimos, cual seria su alegría con esta cantidad de dinero.

 

Don Cleto pese a ser pobre siempre tenia algo que compartir, su hermana Elvira viuda con varios hijos vivia muy pobre, cuando llovia muy fuerte cerca de la casa pasaba una paja diagua esta se salía y se metía el agua en la pobre casa, y don Cleto quién montaba a su espalda a la mamá y los chiquillos para sacarlos de ahí.  Cuando se le reventaban las várices y se sangraba era Cleto quién llegaba a ligarla y curarla.

 

Elvira tenia muy poco que comer entonces escondía las tapas de dulce, pues los chiquillos hacían gallos de dulce con tortillas.

 

Una vez Lina hija de Cleto acostumbraba ir a los potreros, y una vez creyó ver la aparición de la Virgen y lo conto a otras personas y en pocos días eran los grupos de personas de todas partes que visitaban el potrero y el monton de pasto donde se suponia había aparecido.  Nunca se logró ver nada pero se le dio el nombre de la Virgen del potrero.  Una señora muy debota de la Virgen era doña Beronica Coto y siempre subia al potrero y repartia confites a los chiquillos.

 

Mientras la gente esta resando a la Virgen Toñon Méndez y Beto Cracas alborotaban los avisperos y soltaban los toros para ver correr la gente, también subian con las alforjas llenas de guaro contrabando para vender.

 

Joaquín y Alfonso Méndez salian a casar a la montaña de lara, un día se encontraron el rastro de un leon y con los perros lo siguieron se subio a un árbol, entonces Alfonso se vino a buscar ayuda y se llevo a Pepe Hidalgo este tenia un arma se fueron a la montaña al llegar el animal se habia vajado, pero Joaquin con los perros los siguio lo encontraron y lo mataron, regresaron el animal colgando de un gran palo y lo pasearon por todo el pueblo, la gente salia a ver aquel acontecimiento, luego de matar el animal lo estasaron y repartieron la carne.  En esta montaña también entraban a ver los monos congos.

 

En Capellades la gente vivía en casas humildes, donde sus camones era de madera de burio madera muy mala, se encontraban varios ranchos de Aristides Ramírez, Alfredo Aguilar entre otras estas las constrian con hojas de banano seco encima, despues hoja de caña doblada de esta manera se hacia el empajado donde costaba entrara el agua y el frio el piso de tierra y no tenia diviciones era todo en comun en la noche se cobijaban con sacos de gangoche.

 

Don Cleto un vez se fue a casar a la montaña de chano por donde, habia un ojo de agua buscando encontrar algo, de repente un pisote, lo apunto con el arma y esta no disparo al acercarsele le dio con la culata y lo mato.

 

Entre las fincas que trabajo don Cleto curando animales, estaba la finca de los Valverde en la salida de la ensenanza, lo mandaban llevar a caballo y de regreso traian las alforjas con botellas de leche dulce y sobao porque no le pagaban con dinero, y el la repartia en su casa y sus sobrinos.

 

Las siembras en ese tiempo eran de maiz y cuba, trabajaban la tierra con puro pala, sadas y macana, echaban las semillas en un saco que se ponian a la cintura y la iban regando poco a poco la siembre duraba casi nueve meses para dar fruto.  Cuando ya estaba lista lo cogian y en los dias de temporales esgranaban el maiz pues no se podia trabajar, era muy diverido pues salian conversaciones muy bonitas y divertidas, las señoras secaban el maiz y hacian pinol para echarle a el aguadulce y hacer rosquillas.

 

En la casa de Agustin Codero y toda su finca las orillas de la calle estaban sembrados de matas de cabuya, las tenian de adorno y cuando estababan de cortar las vendían a un señor de Juan Viñas para hacer mecates.

 

La gente salia a sus handanzas, trabajos y los chiquillos iban a dejar almuerzo a sus papás o los vecinos y si en el camino se cogia un aguacero nadie se preocupaba, en cualquier parte se encontraban las sombrillas de los pobres o sean las hojas de pata con estas se tapaban y tranquilos.

 

En estos tiempos toda la gente caminaba por los trillos de las fincas, por los patios de las casas, era normal no existian cercas, nadie se enojaba todos compartian, en todas las cercas habian arboles frutales, muchos palos de aguacates y guayabas, en los potreros se podia ver a la par de las quebradas los berros con estos se hacian tortas con huevo o ensaladas.

 

Los chiquillos diario se veian buscando nidadas de gallinas, de cualquier parte salian las cluecas con ese reguero de pollitos amarillos, era tan lindo oir la bulla de las gallinas y se encontraban cuijenes, chiricanas, carmelas y esos gallos espuelas grandes de diferentes colores su plumaje.  Pero tambien habia que tener cuidado al pisar pues si no se fijaban, se pasaban en las cuitas por todo lado principalmente las cuitas cuchitas que olian horrible y costaba mucho quitarse el olor.

 

En Capellades mucho tiempo atrás las personas ivan a pie a Pacayas a las celebraciones de semana Santa pues en Capellades todabia no celebraban y las mas contentas eran la jovenes pues de regreso venian bién acompañadas de sus novios.

 

Se cuenta que un fulano estrangero paso un dia por Capellades e iba un poco borracho al pasar por el rio birri, este estaba cresido y la correntada se lo llevó con todo y caballo, cuando iba en la cresentada él llamaba al Corazón de Jesús y le ofrecio las campanas de la iglesia si se salvaba, gracias a Dios se salvo y desde entonces contamos con las campanas que aun suenan en el campanario.

 

Los matrimonio de Capellades se celebraban en Pacayas a las 6 de la mañana, eran pocas las que acompañaban, pero de regreso los esperaban gran cantidad de familiares, era fiesta de todo el día, almuerzo en casa de la novia y café y comida donde el novio; bailaban todo el día pues la música de guitarra y violin eran músicos del pueblo y no solo el dia del matrimonio era fiesta sino dos dias antes venian las serenatas y la celebracción empesaba con buen guaro de contrabando que no podia faltar, entre las comidas tenia picadillo de arracache y choyote, arroz, sopa de gallina y mondongo, estófado, lomos de carne bien amarrados con daquillos que se sacaban de las hojas de flor dictavo, mientras unos bailaban otros jugaban la taba era un hueso de vaca, la sacaban de la paleta del animal era de dos colores blancos y negro apostaban al color que callera, la cuestión era que nadie se aburria.

 

Cuando ya en el pueblo se empesaron a hacer algunas celebraciones e empeso la tradición de las alfombras de corpos Cristi al igual que ahora la gente se esmeraba para hacerlas, estas las hacian con puro monte, cipres, flores de los jardines, veraneras, ortencias, margaritas, en las orillas pegaban cañas de bambú y colgaban cadenas de papel.

 

Viejos y niños llegaban en la madrugada se alumbraban con lamparas de camfin y tarros con candelas, tenia que ir chapeando el monte y sacando agua y barro de los huecos, quitando piedras para hacer la alfombra, el arreglo lo hacian por la calle del cementerio.

 

Entre las trabesuras de los jovenes sucedió un día que era el reso del niño donde Luis Cordero y mientras resaban, don Luis dejaba su carreta a la orilla de la calle, está la tenia llena de chiverres, estonces los chiquillos en la osuridad echaban a rodar los chiverres y otro día El pobre Luis buscaba chiverres y muchos estaban espapayados.

 

Los rosarios del niño de donde Ricardo Montenegro y Rufino en el bajo de Abarca eran muy famosos pues buena música y buen café con biscocho, tamal asado, a las brasas, pan de levadura, rompope y guaro, cuentan que al terminar el reso seguia el baile hasta tarde y luego subian por los potreros un poco chispiados pero muy contentos alumbrados con tarros con candelas.

 

El rosario del niño de la familia Cordero Luaiza, era famoso doña Rosa y Rosario dueños de la casa cantaban y resaban ellos mismo y lo hacían muy bien, cantaban excelente los versos del niño y el alabado y su tradición se la eredaron a su hija Trina Cordero que hasta sus últimos dias lo hizo era la resadora del pueblo después de sus padres, tanto para el reso del niño como los novenarios, que empezaba a rezar desde las 12 medio día hasta la tarde.

 

Las velas del niño fueron una tradición muy hermosa y se daban en todos los hogares, como tambien los portales que entre los mas famosos estaba en la casa de don Pablito, la casa de doña Beronica, Juan Ramiréz y Doña Angelica Coto portales del tamaño de su habitacciones no median campo para hacerlos y una costumbre era el veiticinco de diciembre y primero de enero se hacian las vistas a los portales y se veia la gente para arriba y para abajo en cada portal tenia una canasta o tacita y acostumbraban echar dinero y en todas partes sun buen trago de chicha.

 

Las fiestas de Capellades eran buenas, celebraban todo junto, el Corpos y las primeras comuniones, traian la filarmonia de Juan Viñas y tocaban en las afueras del templo, habian carreras de cinta con gran cantidad de caballistas los premios los daban las muchachas del pueblo.  Algunos premios eran una caja de galletas con una botella de vino o un paño.  También se jugaban los cañamos se oia el famoso grito para acercar a la gente.

 

¡se va una y viene otra!

 

Y era que se rifaba una gallina achotada con papas y huevos, botellas de rompope, cajas de galletas con botellas de vino, lomos platos de cajetas todos se peleaban por jugar cañamos.

 

Habia loteria, bruja, bingo, la música era de marimba, la venta de comida gallos de ternero, tamales de cerdo, lomos, picadillos de arracache y chayote, gallos de gallina, sopa de galina y mondongo posol, lechón, arroz con leche, viscocho, cajetas de coco el guarito contrabando que no podia faltar, la fiesta en lo mejor cuando de repente todos salian corriendo se armo el pleito y era cosa seria, todos se metian, toda la calle principal desde el telegráfo hasta la casa de ñor Paco Chacon esos si eran pleitos, no eran fiestas buenas si no habian pleitos.

 

En la pulperia de don Pedro Hidalgo, llego por primera vez la radio, la gran novedad del pueblo todos iban en las tardes y las noches a escuchar los programas, los chiquillos se tenian que esconder despues de las seis de la tarde pues el policia Gerardo Alvares no les permitia estar alli, cuando el se marchaba se quedaban subidos en el paredón al frente de la pulpería y escuchaban desde allí.

 

Esta pulperia y la casa de don Pedro Hidalgo fue el primer lugar donde huvo luz eléctrica pues tenian una planta propia y ellos vendian luz a don Tillo Ulloa quien pagaba 2 bombillos y eran 2 colones por mes.

 

Siempre existieron las sacas de guaro contrabando y muchos vivian de esto, Carlos Montenegro conocido como lucifer, Marino Montenegro Ricardo Montenegro y otros mas que cuando llegaba el resguardo escondian las botellas debajo de las cobijas cuando las señoras estaban acostadas y recien mejoradas.

 

El balnerio de Capellades se encontraba cerca de la casa de Juan Cordero por ahí pasaba una quebradilla y habian muchos ojos de agua cuando llovia fuerte se llenaban unos huecos grandes se hacian unas posas, todos llegaban a bañarse con tucas como valsas, era la gran divertida y mas de uno aprendio a nadar allí.

 

Juan Vargas era el fletero del pueblo con su yunta de bueyes, llevaba a vender maiz, cúba y chiverres a Juan Viñas productos de diferentes personas, cuando terminaba se iba a tomar licor se emborrachaba y al regresar se acostaba en la carreta y los bueyes regresaban solos a Capellades con su dueño bién dormido.

 

Una anécdota importante en el pueblo, policia despedido por el presidente de la república.  Resulta que el presidente Leon Cortes iba a visitar la finca de Calleja en la Pastora, cuando venia por el puente del rio birris el caballo se le metio la pata en una endija y se le undio el casco, esto no le agrado al presidente, y de mal humor siguio su camino al pasar por Capellades se detubo frente a la agencia de policia y pregunto donde estaba y no le dieron rason, entonces le dejo un papel cual seria la sorpresa del policia al abrir el recado, pues le habia redactado la renuncia al agente principal de policia por que esa era su ley o se cumplia como era o a la calle.

 

Celimo Ramiréz y Rigo Solano conocido como yiguirra vivian en la buelta de trena y bajaban los sábados y Domingos al centro a tomar guaro, de regreso venian que no se sostenian al pasar por la casa de la hermana de Celimo, doña Gloria le gritaba

 

          "Aquí voy hermana mia"

          Adentro yegua blanca

          que el animal del agua

          hasta el pecho saca

 

Y despues de decirle versos se iva montado en nancas del caballo, al llegar a la casa le decia yiguirra apiate Celimo y abrite el portillo para entrar, cual sorpresa pues Celimo no estaba lo había dejado perdido, se tenia que devolver a buscarlo.

 

Cuando ya en Capellades se celebraba la semana santa un dia venia la proseción de Santa Teresa y todos con mucha deboción con las imágenes en andas cuando de repente salio Raimundo Fonseca con cuchillo en mano le queria cortar la cabeza al nazareno, tremenda borrachera se tenia este señor de alli en adelante durante mucho teimpo no se hicieron procesiones desde Santa Teresa.

 

Don Cipriano Obando tenia muchos hijos y era muy pobre, entonces para Navidad el niño no les traia nada a los chiquillos, ellos le pedian juguetes, al amanecer del veiticinco les ponian 3 confites de limón a cada uno debajo de la almuada.

 

En la casa de Mariano Luaiza se encuentra una gran piedra, muy hermosa, y se dice que antes se veia la segua sentada sobre ella, alla en el barrio cantarranas.

 

Clara Casasola era una señora que dejo su historia en nuestro pueblo vigecita con su vordon en mano caminaba por todo el pueblo en todas las casas se metia y siempre quejandose de sus dolores, todos los dias decia estar mal y llamaban a la cruz roja venian a llevarsela en la mañana y otro día andaba como sinada era parallamar la atención.  Un día para semana santa se hizo un sepulcro y al terminar la celebración de la tarde, se oian uno gritos y llorando y era clara llorando porque habian crucificado al Señor toda la gente se asusto pues nadie entendio a Clara.  Ella vivia solita en una casa en el centro de capellades.

 

En las semanas Santas de tiempo atrás las personas se regalaban de todo, una botella de leche, nadie compraba él que no tenía le mandaban, era costumbre en esos dias esactamente escaaban las matas de chayote para sacar sus raices y era una competencia en el pueblo para ver quien sacaba la raiz mas grande y las compartian, se invitaban a almorzar unos a otros los platos eran palmito de montaña, surtubas asadas en las brasas, pacayas con sal, arroz con sardina, sopa de bacalao con alverjas, la famosa conserva de chiverre y arroz con leche.  Patrocinia era famosa en esos dias todos le llevaban los chiverres para que les hiciera cajetas de chiverre pues era la mejor en esto.  Los hornos de barro pasaban todo el dia encendidos, las grandes orneadas de viscocho y pan de levadura relleno de conserba, en todas las casas las señoras afanadas haciendo la amasada llenaban las vandejas de lata echas por ellas mismas, de biscocho y pan, se veia el ir y venir de la gente llevando sus vandejas a donde habian ornos y a nadie le cobraban entre todos alistaban la leña unos grandes troncos, calentaban los hornos con tiempo y cuando estaba caliente se veian esas brasas rojas era el momento de echar las vandejas de 2 a 3 vandejas, cuando ya estaba sacaban las vandejas con unas paletas de madera grandes daba gusto ver aquellos apetitosos viscochos.

 

Tiempos que no volveran anécdotas para siempre recordar, ejemplos de personas que sus vidas fueron muy duras pero lograron sacar abantes sus familias como don Cleto y Patrocinia y otras que pese a lo duro de su época nos dejaron esta herencia un pueblo hermoso y una gente amable y sencilla.

 

Trabajemos por rescatar nuestras tradiciones por no dejar morir lo que nuestros abuelos dejaron.

 

Seamos honestos y siempre amables y serviciales con los demas compartamos lo material con el prógimo y lo principal unamonos en una solaoración como lo hacian nuestros abuelo con el reso del santo rosario a las 6 de la tarde no habia casa en Capellades que a esa hora no estuviera resando.

 

Escrito por

Mima