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Certamen

"Salvemos Nuestro Patrimonio Arquitectónico"

2003

 

Proyecto de Restauración: Casa Barrantes

 

 

 

 

 

Proyecto para participar en el certamen:

 

"Salvemos nuestro patrimonio arquitectónico 2003"

 

 

 

NOMBRE DEL PROYECTO

 

 

 

Restauración de la primera casa de habitación construida en el Valle de El General, en los años 1935 y 1936, con influencia en diseño, materiales y características dominantes en la construcción de esa época en la Meseta Central.

 

 

 

Seudónimo: "JABU".

 

 

 

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Vista aérea de San Isidro del General, Costa Rica.

 

 

 

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1.         OBJETIVOS DEL PROYECTO.

 

 

 

1. Restaurar adecuadamente la primera casa de habitación construida en el Valle de El General, en los años 1935 y 1936, con influencia en diseño, materiales y características dominantes en la construcción de esa época en la Meseta Central.

 

2. Poner en funcionamiento, en coordinación con la Municipalidad de Pérez Zeledón, el apoyo de la sociedad civil organizada y del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, en la casa a restaurar, un centro de actividad cultural y de información ciudadana, con salas de estudio y exhibición permanente, con respecto al acervo cultural e histórico acumulado y producido en el cantón, desde sus orígenes.  (Ver justificación).

 

3. Establecer las condiciones que aseguren la sostenibilidad del proceso de conservación de la casa a restaurar, mediante la definición y puesta en ejecución de acciones requeridas por parte de diversos actores públicos y privados, que deben involucrarse permanentemente, en el mismo.

 

Nota: La probada experiencia del cantón de Pérez Zeledón para responder a ese tipo de retos se reconoce, por ejemplo, en que es prácticamente el único cantón costarricense que logra conservar adecuadamente y mantener en operación, el Complejo Deportivo que se construyó con motivo de la celebración de los juegos deportivos nacionales.  Una experiencia similar se da en el  caso del Complejo Cultural.

 

 

 

2.         JUSTIFICACIÓN.

 

 

 

En la sociedad actual, vivimos una fuerte y constante invasión cultural que amenaza con borrar las raíces, la historia y la identidad de los pueblos.

 

 

 

Conservar una muestra representativa del movimiento social migratorio que se inicia a finales del siglo XIX dirigido concretamente al Valle del General viene a ser labor trascendental y oportuna.

 

 

 

Se trata de la casa de habitación que perteneció a la familia Barrantes - Elizondo (ver plano de construcción y de catastro en anexos).

 

 

 

Con respecto a este inmueble, luego de su declaración como patrimonio histórico, Decreto Nº 26317-C, del 20 de junio de 1997-, la descendencia de la familia Barrantes - Elizondo, se asoció con el fin de comprar la propiedad que vio nacer a muchos de sus hijos y abrió sus brazos a nietos, yernos, nueras, familiares y amigos de la familia.

 

 

 

Actualmente la "Asociación de la Familia Barrantes Elizondo" está terminando de pagar el préstamo bancario con un esfuerzo económico de todos (Ver anexo).

 

 

 

Concluida esta primera etapa se presenta la posibilidad de participar en el certamen: "Salvemos nuestro patrimonio arquitectónico", para resolver con criterio de sostenibilidad, en asocio con la Municipalidad de Pérez Zeledón, la urgente reparación y restauración de un edificio de gran valor social, histórico, arquitectónico y cultural para el cantón.

 

 

 

Lo anterior es de extrema importancia puesto que de no lograrse su restauración en el corto plazo, se estará desaprovechando una extraordinaria ocasión para exaltar el sentido de pertenencia y la identidad cultural e histórica de un pueblo cuyos rasgos deben registrarse adecuadamente, mediante la conservación de un activo patrimonial y arquitectónico, cuna del actual Arzobispo Metropolitano de San José, Monseñor Hugo Barrantes Ureña, pues se trata precisamente de la restauración de la antigua casa, propiedad de sus abuelos paternos.

 

 

 

Su conservación y restauración como patrimonio histórico permitirá ofrecer permanentemente a la población escolar, secundaria, universitaria, vecinos y turistas, salas de exposición para ilustrar el proceso migratorio, pioneros, primeros asentamientos humanos, distribución de la tierra, surgimiento de las primeras organizaciones e instituciones locales de salud, educación, políticas y religiosas; así como el esfuerzo y lucha para obtener la declaratoria del cantonato en 1931.

 

 

 

La casona será también centro de exposición y de conservación de documentos, donde se pueda investigar el pasado y la realidad presente de nuestro cantón.

 

 

 

Otra de las salas, cuyo nombre será dedicado al actual arzobispo de San José, se utilizará para el rescate de la historia de la Diócesis de San Isidro de El General, y a aspectos relacionados con arte y expresión de temas religiosos.

 

 

 

También La Casona restaurada abrirá otra sala con exposición y biblioteca de toda la producción literaria que hubo y hay en el cantón.  Todo libro de escritor generaleño estará ahí, con una breve reseña de este.  También el registro del desarrollo histórico de la prensa escrita local y de los diversos medios de comunicación, radio y televisión.

 

 

 

La apertura de la Casona permitirá a las nuevas generaciones de este cantón visualizar, sensibilizarse y poder dimensionar por medio del contacto directo los contenidos y alcances de la gesta de los primeros asentamientos humanos no indígenas, que luego se convirtieron en el progresista cantón diecinueve de la Provincia de San José: Pérez Zeledón.

 

 

 

Restaurada esta construcción, la misma será para los generaleños y el país, un fiel testigo de una prueba testimonial de la época en que la frontera agrícola de nuestra patria se extendió hacia el sur.

 

 

 

"La Casona" da cuenta de generaciones que, junto a situaciones difíciles, inclemencias del clima, conocimientos escasos y aislamiento en vías y medios de comunicación, poseían grandes valores familiares y espirituales que les permitieron luchar y vencer las dificultades para construir un futuro mejor.

 

 

 

Los logros de estos pioneros allanaron el escarpado camino para que migraciones posteriores desde su heterogénea composición social, dieran su aporte al incipiente desarrollo.

 

 

 

En el contexto del acelerado desarrollo de este joven cantón, una construcción de sesenta y siete años recoge gran parte de su historia.  Como no hay presente sin pasado, conservar y sobre todo restaurar y darle uso a esta reliquia es no sólo un orgullo sino una necesidad para este cantón.

 

 

 

3.         DESCRIPCIÓN Y RESEÑA DE LA CONSTRUCCIÓN.

 

 

 

La finca donde se ubica la casa, fue primero propiedad de don Claris Monge, migrante de Santa María de Dota.  Él, con esfuerzo y valentía, hace un abra en medio de la montaña virgen y vive allí en un rancho, durante más de una década.  Vende luego a don Joaquín Barrantes Retana.

 

 

 

En el mes de agosto de 1913 provenientes de Santa María de Dota, Joaquín Barrantes Retana y su esposa Angélica Elizondo Chinchilla, decidieron transitar la picada de Pedro Calderón y así afincarse en las selvas de El General.

 

 

 

Los acompañaron venciendo el frío de la altura y las extenuantes jornadas, sus tres primeros hijos, el menor con aproximadamente ocho meses de edad.

 

 

 

Se asentó don Joaquín primero en Pedregoso de Pérez Zeledón donde desarrollo su primera finca.  En 1927 vendió y se trasladó con su numerosa familia a vivir en el viejo rancho que había en la finca que compró a don Claris.

 

 

 

Don Joaquín Barrantes desde que llega se involucra activamente por su mentalidad progresista en las luchas del desarrollo económico y socio político del pueblo.  Con ese espíritu propone a "don Chalo" Elizondo Chinchilla, su cuñado, la inquietud de construir una casa para su familia (trece hijos).

 

 

 

Era Don Chalo, nativo de Copey de Dota, hijo de un carpintero y constructor de casas de bahareque, tipo de construcción dominante en la zona y en la época, a mediados y final del siglo XIX.

 

 

 

Este joven había tenido oportunidad, de trabajar, como ayudante de Don Saturnino Gómez, proveniente de Cartago, en la construcción de la Iglesia de Copey de Dota y aprender por observación del constructor, los conocimientos básicos y necesarios de un nuevo modelo de construcción, la madera; el cual ofrecía ventajas con respecto al modelo de construcción anterior, como la rapidez en la obra.

 

 

 

Con este acervo de conocimientos acepta el reto de construir en "La Joyita" de Pérez Zeledón, hoy Barrio Liceo UNESCO, la primera casa bajo su responsabilidad y primera en el Valle de El General.

 

 

 

Alista su vara (medida usada en la construcción en ese momento) y dibuja en un plano (junio, 1935) lo que creativamente había imaginado: ocho dormitorios, salas, comedor, cocina, pasillo, corredor y acera, -de tipo empedrado, no se usó cemento en esta obra- (Se adjunta copia del croquis original elaborado por don Chalo, el cual está por cumplir en el próximo mes cien años de edad, también se incluye reconstrucción en Autocad del plano de distribución original).

 

 

 

Don Joaquín dio el visto bueno.  "La Joyita" era rica en maderas.  Cuidadosamente don Chalo en octubre de 1935, selecciona 'los árboles de ira rosa  (actualmente en extinción) y chancho blanco.  Los alista y cuida del secado y otros detalles.

 

 

 

Hace tablas del ancho de la tuca, aserradas y cepilladas a mano.

 

 

 

Al final prepara el terreno donde se ubicaría la nueva construcción, dándole el nivel a la tierra con la ayuda de fuerza animal.  Una yunta de bueyes a la que se le puso una tabla simulando la pala de una moderna máquina, dejó apto el terreno para que se sembraran las ochenta y cinco basas de piedra labradas a mano que sostienen la casa, cada una mide aproximadamente metro y medio y enterradas medio metro.

 

 

 

De aquí en adelante la yunta de bueyes será el medio de transporte diario para el acarreo de madera y otros materiales.

 

 

 

Don Chalo descubre que vive en San Isidro solamente otra persona, coterráneo suyo, con conocimientos de ebanistería que podría ayudarle en esta aventura, Aquiles Valverde Bonilla (+).

 

 

 

Cuando todo estaba listo, don Chalo viaja a San José y en la Ferretería Macaya compra los materiales para empezar, como clavos y zinc, entre otros, los que son trasportados en avioneta.  En ese momento el cinc se vende en atados de ocho láminas, a un precio de veinte colones cada uno.

 

 

 

A mediados de la obra, viaja de nuevo a la capital en busca de los materiales que le permitirían terminar, como cerrajería, -llavines, picaportes, bisagras-, canoas, bajantes, vidrios, y pintura.  En aquella época esta última era en pasta y se preparaba para aplicarla con aceite de linaza, mediante un delicado y cuidadoso procedimiento.

 

 

 

Después de diez meses de trabajo diario, en jornadas de seis de la mañana a las cinco de la tarde, de lunes a sábado, trabajando únicamente don Chalo y don Aquiles, la casa estuvo terminada.

 

 

 

Aunque la mano de obra fue contratada en seiscientos colones, don Joaquín les canceló mil colones en señal de lo satisfecho que quedó con el trabajo.

 

 

 

En el mes de agosto de 1936 se coloca el nuevo nombre de la finca que lucia en el techo de la nueva casa blanca: "La Angélica".

 

 

 

La nueva vivienda de "La Angélica" pasó a ser la primera y única en San Isidro que incorporó en su construcción, nuevos materiales, desconocidos hasta ese entonces por los colonos: pintura, vidrios, canoas, bajantes y otros elementos como luz eléctrica y cocina de hierro.

 

 

 

La casona con su nuevo estilo y modo de construcción, influyó poco a poco en dejar atrás un tipo de construcción más artesanal, de ranchos, teja y bahareque, en el que la madera que se usaba era sin cepillar ni pintar.  Se logró así un salto cualitativo en lo estético, además de protección y comodidad

 

 

 

Su influencia en la fachada y techo empieza a verse en las construcciones de la década posterior (Ej.: Cine Fallas -1940-, casa de doña Paulina Ceciliano Mora (1947), y muchas otras después).  Así desde la perspectiva arquitectónica e histórica esta casa deja huella en el patrimonio arquitectónico del cantón.

 

 

 

4.         PRESUPUESTO.

Instalación pluvial: Canoas, bajantes, limatones, limahoyas, botaguas y cumbreras.

¢   700.000

 

Instalación sanitaria: Inodoros, lavatorios, orinal, tanque séptico, drenajes, caja de registro, ceniceros e instalación de agua potable

¢5.000.000

 

Instalación eléctrica: Nueva y entubada con caja de breaker

¢1.000.000

 

Reparación de 3 puertas internas de doble hoja, llavines

¢1.000.000

 

Pintura: Paredes internas, externas, cielo raso y techo

¢2.000.000

 

Construcción de paredes demolidas que estaban originalmente (dormitorios)

¢2.500.000

 

Recuperación de la zona verde (enzacatado) del frente de la casa

¢1.000.000

 

Cerca del frente y portón (26 m2)

¢1.000.000

 

Imprevistos

¢1.600.000

 

Demolición de estructuras en cemento que no corresponden y alteran el plano original

¢   700.000

 

Reparación de cerchas

¢1.000.000

 

Vidrios

¢   500.000

 

Reparación de ventanas

¢1.000.000

 

Reparación de piso

¢1.500.000

 

Reparación de cielo raso

¢   500.000

 

Tapias laterales y de fondo

¢1.500.000

 

Construcción de baranda del corredor

¢   500.000

 

Reparación de techo (zinc)

¢1.000.000

 

Total

¢25.000.000

 

 

 

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Restauración de la primera casa de habitación construida en el valle de El General, en los años 1935 y 1936, con influencia en diseño, materiales y características dominantes en la construcción de esa época en la Meseta Central.

 

 

 

DIRECCIÓN DE LA CASA A RESTAURAR

 

 

 

400 METROS NORTE DEL LICEO UNESCO, ENTRADA A MANO DERECHA, 200 METROS AL FINAL DE LA CALLE.

 

 

 

BARIO LICEO UNESCO, SAN ISIDRO DE EL GENERAL, PÉREZ ZELEDÓN.

 

 

 

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