27 de enero

Entrega de obra de restauración

"Teatro Popular Melico Salazar"

Restauración Teatro Popular Melico Salazar

El terreno donde se ubica el Teatro Popular Melico Salazar, fue comprado por el español José Raventós quien con el sueño de poder reproducir zarzuelas y operetas decide utilizar el terreno para la construcción del actual teatro.

José Fabio Garnier Ugalde lo diseño iniciando así su construcción el 8 de febrero de 1927 concluyendo el 7 de octubre de 1928 con la representación de la Compañía de Operetas de Esperanza Iris.

En el año 1960 se le agrega una nueva galería, la cual fue destruida en el año 1967 a raíz de un incendio acaecido en la madrugada del 23 de abril.

A principios de la década de los setenta, el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes (nombre para esa época) decide comprar el teatro y renovarlo, siendo esto posible hasta inicios de los años ochenta.

Arquitectónicamente, el edificio posee un sistema constructivo en concreto armado y mampostería de ladrillo.  Con arquitectura de influencia neoclásica posee fachadas de gran magnitud y ornamentación de orden corintio con relieves de corte modernista.  Los frisos y capiteles fueron elaborados en el taller del catalán Gerardo Rovira.

Con la nueva restauración, salen a la luz dichos detalles ornamentales que anteriormente pasaban desapercibidos, tal es el caso de las tallas que adornan los frontones curvos de los accesos principales y que se componen por dos musas flotantes que se reúnen alrededor de un arpa en medio de motivos florales barrocos, además de figurillas masculinas que se repiten continuamente en el friso.

Las obras de restauración de las fachadas que dieron inicio a finales del año 2015 buscaron refrescar la apariencia del teatro remozando las fachadas mediante un cambio en la tonalidad de la pintura de las mismas logrando así realzar todos aquellos elementos ornamentales que las decoran y que por mucho tiempo para muchos pasaron desapercibidos.  Se dio también la intervención total de las puertas y ventanas que poseían un avanzado estado de deterioro, además de la sustitución de las canoas y bajantes en mal estado, logrando con esto el funcionamiento idóneo del sistema de recolección pluvial.

Las obras financiadas por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, tuvieron un costo de ¢75.726.769,⁰⁰ (setenta y cinco millones setecientos veintiséis mil setecientos sesenta y nueve colones) y estuvieron a cargo de la Arqta. Verónica Solórzano Rojas del Área de Conservación de esta institución.