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El árbol gruñón

 

Cierta vez dos yigüirros que volaban por un bosque se encontraron.  Se conocieron, se contaron sus penas y luego de escucharse el uno al otro, y después de varios días de conocerse decidieron formar una familia.

 

Acordaron invitar a todos los pajaritos y animales del bosque a su boda y empezaron los preparativos.

 

Una tarde la dedicaron a pensar cuál sería el mejor lugar para vivir y criar a sus hijitos.  El lugar que querían debía ser un maravilloso bosque donde hubiera bastantes flores, mariposas, un río y sobre todo un árbol bien frondoso con sus ramas bien verdes y que diera buenos frutos que fueran alimento seguro para su familia.

 

¡Esdifícil!- dijo la yigüirra,- pues el hombre no cuida la naturaleza, ellos cortan los árboles, contaminan el agua, tiran basura por todas partes y no enseñan a sus hijos a cuidar su mundo y los niños nos maltratan, nos encierran en jaulas muy bonitas pero nos quitan la libertad que es lo más preciado para nosotros.

 

Luego de buscar en el bosque encontraron un árbol como el que ellos querían, verde, alto, con las ramas llenas de hojas.

 

Así, entonces fijaron la fecha para su boda.

 

Cuando decidieron hacer su nido encontraron que en éste árbol vivían un oso, una ardilla, y varios animales más.  El oso les dio la bienvenida, lo mismo que la ardilla y los demás animales, pero advirtieron a la pareja de yigüirros que el árbol se estaba volviendo muy gruñón, que de todo se quejaba y que por lo tanto todos los animales debían abandonarlo y buscar otro árbol para vivir.

 

Así pues, todos los animales tuvieron que instalarse en otros árboles, pero para entonces los yigüirros ya tenían dos huevos en su nido y tendrían que esperar a que nacieran sus hijitos.  Pero apenas nacieron los pajaritos también la familia de yigüirros tuvo que abandonar el árbol.

 

El árbol quedó muy tranquilo por un tiempo, pero como en la vida todo se paga, las termitas hicieron su aparición y empezaron a poblar el árbol, haciéndole más daño del que le hacían los otros animales.

 

Cuando el árbol gruñón se dio cuenta, las termitas lo estaban devorando.  Sólo así pidió ayuda a los animales del bosque para que lo libraran de la plaga que lo estaba matando.

 

Todos los animales y pájaros del bosque acudieron al llamado del árbol y por fin ahuyentaron a las termitas.  Fue entonces que el árbol se dio cuenta de que necesitaba de los demás.  Se volvió más amigable e invitó a todos los animales a vivir en sus ramas.

 

Libia Mª Montero Umaña